(click)
suicida mental.


Querido Lucas:
Mi cabeza es un despelote desde que apareciste. Buscaba el amor y me encontraste. Ahí estabas, ahí quise estar yo. El mes que estuvimos juntos o que estamos juntos me bastó para saber que quería estar contigo. Un mes es muy poco tiempo si me pongo a pensar, pero pasaron tantas cosas que ya no sé cómo se mide  lo que sucedió. 
Nunca te dije lo que siento por vos, porque todavía no lo sé. Pero hay algo, en mi pecho siento que estas, que un lugarcito te pertenece. Tal vez yo no esté en tus pensamientos, pero yo te di un lugar en los míos. 
Tuvimos momentos lindos y otros en los que mi corazón se sentía desgarrado. Peleamos tanto que me aterra pensar en volver a tus brazos. Quisiera olvidarlo todo, olvidar como nos tratamos y olvidar tantos adiós. Desearía poder cerrar los ojos y creer que no te irás. Nada es seguro, mucho menos ahora que pasamos cinco minutos bien y diez mal. Pero no quiero perder la fe, aunque también se que mucho no puedo tolerar, no puedo hacer como si nada hubiese pasado, como si nunca me hubieses faltado el respeto. 
Tengo miedo Lucas, ¿Sabes? Miedo a tus mentiras, a ser engaña por otro hombre más, a que estés con otras, y a enamorarme de vos y que no respondas eso. Tengo miedo como cualquier persona que se adentra a lo desconocido, pero como te dije un día: le voy a poner el pecho a la situación. Aunque, la verdad, hoy no estoy muy segura de que eso sea lo mejor para mí.
Me despido, no para siempre sino para cuando me necesites. Recuerda que no voy a estar toda mi vida mirando por la ventana para que vengas a rescatarme. Pero siempre estará el recuerdo del mes que estuvimos juntos...

Acuérdate de mí, Mía.

11.30.2013
Saludos, M.